¿Serán muy pequeños estos niños?
¿Serán muy pequeños estos niños para aprender sobre los santos? Esa es una pregunta que en algún momento me hice y que me hacen muy a menudo.
Y no, la realidad es que nunca se es demasiado viejo o joven para conocer sobre los Santos. ¿Por qué alguien privaría a sus hijos de querer estar cerca de este Dios tan bueno, amoroso y misericordioso? ¿No queremos que nuestros hijos vayan al cielo?
Y es que para poder ir al cielo hay que ser santo.
Alguna vez un expositor le dijo lo siguiente a su audiencia:
«Levante la mano quién quiere ir al cielo», dijo el expositor. Inmediatamente todos levantaron la mano, y el expositor dijo; «ahora levántenla los que quieren ser santos». En esta ocasión tan solo un par de manos se pudieron ver.
¡En realidad estaba preguntando lo mismo!
Ahora, volviendo al tema de si serán muy pequeños para conocer a los santos, mi respuesta es no; los santos son nuestros amigos del cielo y nuestro ejemplo a seguir, además de Jesús, para alcanzar la felicidad plena; ellos son ejemplo de humanidad y búsqueda de Dios; ¡podemos aprender de ellos a través de sus vidas!
Cuando nos regalaron las tarjetas de santos, las dejé en la mesa y en un segundo nuestro hijo de 3 años (en aquel entonces) ya las tenía por todo el suelo. Las vio y en cuanto encontró al Arcángel Miguel, dijo: «¡este me gusta!», al mismo tiempo que lo apartaba. Después me pidió encontrar al Padre Pio; una vez que lo encontramos lo colocó junto al Arcángel y los puso abajo de la Virgen de Guadalupe. Al recoger todas las tarjetas me dijo: «Aún falta encontrarme como santo, falta mi tarjeta». Esto fue la respuesta a mi duda: solo basta una pequeña explicación y Dios hace sus obras en nuestros pequeños, ya que ellos son mucho mas receptivos a su voz que nosotros adultos.